César Manrique y el Taro de Tahíche

CÉSAR MANRIQUE CABRERA
Pintor, escultor, arquitecto y artista. Obtuvo, entre otros, el Premio Mundial de Ecología y Turismo y el Premio Europa Nostra.Nació el 24 de abril de 1919 en Arrecife, en el seno de una familia de clase media, y desde muy temprana edad evidenció su facilidad para el dibujo y su admiración por autores como Picasso, Matisse y Braque. Su infancia transcurrió entre el Charco de San Ginés —zona de Arrecife cercana al puerto y núcleo original de la población— y la Caleta de Famara, lugar que inspiró su posterior vinculación con la defensa del patrimonio natural de la isla de Lanzarote.
Al estallar la Guerra Civil española en 1936, se alistó como voluntario en el bando franquista, sirviendo en el cuerpo de artillería de Ceuta y combatiendo más tarde en distintos frentes peninsulares. Nunca quiso hablar de su atroz experiencia en la guerra, y al regresar a casa en 1939, aún vistiendo el uniforme, se despojó de la ropa, la pisoteó con rabia y le prendió fuego.
Concluida la guerra, ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar arquitectura técnica, pero después de dos años abandonó la carrera para trasladarse a Madrid y, gracias a una beca concedida por la Capitanía General de Canarias, ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando donde se graduó como profesor de arte y pintura en 1945. Ya en 1942 tiene lugar su primera exposición individual en Arrecife, y con el auge del surrealismo en la década de los 50 funda la galería Fernando Fé, la primera galería no figurativa de España. Durante esa época realizó murales en Lanzarote, como el del Aeropuerto de Guacimeta y el parador de Turismo de Arrecife, y en la península, y expone su trabajo en varios países.
En 1964 se trasladó a Nueva York donde expuso, entre otras, en la Galería Catherine Viviano y tuvo contacto con las corrientes artísticas norteamericanas.
En 1966 se instala definitivamente en Lanzarote, donde comenzaba a desarrollarse el sector turístico. A partir de 1973 comienza su estrecha colaboración con el arquitecto Fernando Higueras, quien en 1962 había proyectado la casa de César Manrique en Camorritos, en las afueras de Madrid. Ambos acometen diversos proyectos dentro de la isla lanzaroteña, comenzando por las obras del Mirador del Río. Durante las décadas de los 70 y 80 tiene lugar una importante actividad como creador de espacios perfectamente integrados en el entorno natural. También participó en proyectos en otras islas del archipiélago y otros lugares de España, como el Centro Comercial La Vaguada 1983 en Madrid.
En 1988 traslada su residencia a su nueva casa de Haría, construida y decorada por Manrique y publica "Escrito en el fuego".
Murió en un accidente de tráfico el 25 de septiembre de 1992, cerca de la sede de la fundación que lleva su nombre, inaugurada en marzo de ese mismo año.

LA FUNDACIÓN.

La Fundación César Manrique se ha convertido en el custodio de las obras del genial artista que le da nombre. Aunque en 1987 se creó jurídicamente como "Amigos de Lanzarote", fue en 1992 cuando se convirtió definitivamente en La Fundación César Manrique.
La Fundación se ubica en la que fuera la casa de César Manrique, conocida como "El Taro de Tahíche". La Fundación se levanta en un terreno muy peculiar y original, sobre cinco burbujas volcánicas y un jameo. La construcción de la que fuera su casa comenzó en 1968, junto con las obras de Los Jameos del Agua y el Monumento al Campesino. En la planta subterránea y aprovechando las burbujas creó cinco salas diferenciadas: la de la fuente, la blanca, la roja, la negra y la amarilla. Las burbujas son de ocho metros de diámetro y cinco de altura, abiertas y decoradas de igual color que sus nombres. En el interior del jameo el artista integró la piscina, de idéntico diseño al de Los Jameos del Agua, pero de menor tamaño.
En la planta alta, lo que antes eran las dependencias domésticas, están las salas del museo donde se puede contemplar la obra de Manrique, además de otras obras pertenecientes a su colección privada de autores como Picasso, Miró, Chillida, Guerrero, Chirino, Sempere, etc.
El Taro de Tahíche, convertido hoy en La Fundación César Manrique, es un hermoso lugar donde se conjuga la armonía con el paisaje exterior y las soluciones modernas.